Este lunes 28 de marzo comenzaron las clases presenciales de las asignaturas de 2do a 5to año de nuestras quince carreras de grado.
El día estuvo marcado por la alegría de los reencuentros y la emoción de volver a habitar el espacio de la Facultad. En ese marco, tanto el lunes al mediodía como el miércoles 30 por la tarde noche, se llevaron adelante actividades de bienvenida para estudiantes de todos los turnos y secciones de nuestra Facultad.
En ocasión de dicha bienvenida, la Decana Graciela Ferrero se dirigió a la comunidad de Lenguas y enfatizó en que habitar la Facultad es dejar pedazos de vida en este espacio: «Volver a la presencialidad significa recuperar nuestro espacio, el lugar de nuestros saberes y nuestras prácticas, el lugar que hemos elegido para hacer vida y cultura universitaria. Un espacio para ser “habitado” no solo transitado, un espacio para vincularnos y construir críticamente comunidad».
Además, se refirió a las dificultades que este regreso a la presencialidad implica para aquellas personas que no residen en Córdoba o que han visto modificadas sus condiciones económicas a causa de la pandemia. En ese sentido, se insistió en que la Facultad continúa trabajando en las herramientas que garanticen la inclusión de la totalidad de su comunidad estudiantil, como el desarrollo de un sistema híbrido en todas las asignaturas a través de la virtualización de un 30% de sus contenidos y la recomendación a docentes para generar espacios sincrónicos de encuentro remoto con sus estudiantes.
Además de las palabras de la Decana, la Facultad presentó a su equipo de gestión y subrayó la importancia del trabajo conjunto para adecuarnos a los tiempos que vienen: «Nuestra eutopía, la Facultad de Lenguas. En su escudo está la torre de Babel, pero re-significada: no es el sitio en que las lenguas se confunden (como en el relato bíblico), sino el lugar del plurilingüismo y la interculturalidad. Una torre no demasiado alta, pero bien cimentada: plural, diversa y de ventanas y puertas abiertas para que se oiga nuestra polifonía constitutiva».
Así, nuestro primer día de clases del ciclo 2022 transcurrió como una invitación cálida y distendida a rehabitar nuestros espacios como comunidad y a ponerle cuerpo a la educación pública de nivel superior.